La Audiencia Provincial de Huesca ratifica la sentencia por el chalet calcinado de Castiello de Jaca
Las familias de los menores deberán pagar las cantidades impuestas y sólo fija una rebaja para uno de los chicos
La Audiencia Provincial de Huesca ha desestimado los recursos interpuestos contra la sentencia dictada por el Juzgado de Menores nº 1 de Huesca por el incendio de una casa en Castiello de Jaca, cometido por cuatro menores de edad en 2022 y ha ratificado la condena que obliga a sus padres a pagar alrededor de 430.000 euros al propietario.
El tribunal sólo ha tenido en consideración la solicitud de una de las familias, a la que reduce su responsabilidad civil por considerar acreditado un “estilo educativo asertivo, trayectoria educativa adecuada, con ocio bien estructurado y buenos referentes en el ámbito de sus relaciones”.
La vivienda era un chalé de lujo tasada en 533.775 euros y el valor ascendía a 557.563, añadidos los enseres que contenía.
La sentencia, de 13 de abril de 2023, imponía a los cuatro menores, por un delito de allanamiento de morada y otro de daños por imprudencia grave, doce meses de libertad vigilada, a dos de ellos, seis meses de tareas socioeducativas a un tercero y asistencia a centro de día por el plazo de 12 meses, al último de ellos. Asimismo, condenaba a los chicos como responsables penales y a sus padres, como responsables civiles directos al pago conjunto y solidario de 428.767 euros al propietario de la casa, que recibió 128.795 de a la compañía de seguros.
Como ya informó este periódico, la sentencia consideró probado que el 17 de abril de 2022, los menores se pusieron de acuerdo para ir al chalet de Castiello de Jaca, que constituía la segunda residencia de su propietarios, quien no había viajado en Semana Santa a la localidad pirenaica.
Los menores accedieron a la vivienda por la puerta de cristal de la parte de atrás, que estaba rota y podía ser abierta desde fuera. Una vez en la vivienda salieron al jardín y decidieron entrar en la bodega, para lo cual rompieron el cristal de la ventana de la bodega, por donde accedieron al interior.
Al cabo del rato los cuatro menores subieron desde la bodega a la parte de arriba de la casa, llevando con ellos un bidón de gasolina que se encontraba en la bodega y que trasladaron al salón de la vivienda.
Uno de ellos llenó un vaso de cristal con gasolina y lo encendió con un mechero y se produjo un fuerte incendio que trataron de apagar sin demasiado empeño y sin éxito. Las llamas se propagaron inmediatamente por todo el edificio, pero antes los menores se marcharon del lugar. La vivienda quedó totalmente destruida.
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